nalleli on Mon, 31 Mar 2003 15:23:04 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] La sociedad ha hablado y ha dicho un NO rotundo a la guerra


http://www.revistaamanecer.com/foro/ver%20foro.htm


¿Nos han oído los políticos? Sí, han oído pero no han escuchado y por eso no
han comprendido. Es incomprensible la incomprensión de los políticos. El
mundo no está amenazado por seres que quieren matar sino por aquellos que a
pesar de conocer los riesgos sólo piensan técnica, económica y
comercialmente.
Vemos que ni con interminables marchas no alcanzamos nada. Es totalmente
inofensivo, por ejemplo, hacer huelgas de hambre para lograr la paz. Con las
huelgas de hambre se logra precisamente sólo eso: tener hambre. A las nuevas
naciones sin fronteras que son las grandes compañías multinacionales con su
"lobby" farmacéutico, armamentístico, energético e informativo, no les
interesa si nos manifestamos millones de personas en contra de la guerra. No
son acciones serias, sólo son sucesos. No son acciones, son apariencias. Una
cosa es aparentar y otra es ser. Como dice Günther Anders, somos ilusos
creyendo que estos actos han traspasado la frontera de la mera teoría, somos
sólo actores, en el sentido teatral. Hacemos teatro por miedo a actuar
verdaderamente. La gran empresa Mundo, tal cual está organizada actualmente,
aguanta y tolera pequeños cambios en los miembros pero ninguna gran
modificación en la cabeza. En el ámbito local podemos conseguir cambios de
los partidos políticos de nuestros países (socialistas, centristas, de
derechas, liberales, verdes, amarillos, azules...), pero la cabeza sigue
intacta dictando las reglas del juego. Los estados nacionales han perdido
soberanía a favor de entidades supranacionales (Fondo Monetario
Internacional, Banco Mundial...) y estas a la vez están controladas por
opciones políticas defensoras de las multinacionales (norteamericanas la
mayoría de ellas) que son, en realidad, quienes mandan e imponen criterios.
En el Imperio que han creado, del que todos formamos parte (algunos como
simples consumidores felices y otros como explotados y marginados), que
emplea supuestos principios democráticos como material propagandístico de
juego, con medios de comunicación que aparentan ser libres y tribunales que
aparentan impartir justicia, no les importa que algunos corderos se vayan de
la manada y protesten. Al contrario, eso les beneficia y alimenta su
hipócrita argumentación sobre la democracia y la libertad.
Pues bien, ha llegado el momento de desertar del rebaño sonriente y
replantearse los principios básicos y comunes. No queremos seguir jugando a
este Monopoli gigante, con reglas aberrantes, dando vueltas a un tablero que
no se ajusta a la realidad, con un dado diseñado por ellos, tan cuadricular
como sus sentimientos. La gente, la calle, las personas o la sociedad en
general está harta de bandos; de los buenos y los malos que nos quieren
hacer creer desde el imperio americano. Ni estamos con Bush ni estamos con
los terroristas. No tenemos la necesidad de elegir entre guerra, cristianos
o musulmanes, ejes del mal y del bien, torres gemelas, intifadas, tanques,
bombas humanas... Como dice George Orwell en 1984, lo importante de toda
dictadura es crear dos opciones, sólo dos. Pues no señores, las cosas no son
así de paranoicas, ni Mickey Mouse ex alcohólicos ni Mulás pillados.

Nos damos cuenta que cada vez hay más gente que está despertando del
letargo, por eso, desde este manifiesto queremos promover una nueva manera
de actuar basada en las acciones y los hechos. No nos podemos quedar
filosofando sobre la falta de sentido de una teoría u otra. Es hora de que
desaparezca ese miedo, ese pasivismo y
egoísmo que nos mueve a todos. No optaremos por medios violentos porque a lo
único que conducen es a fortalecer la violencia del Estado, al contrario,
queremos optar por aprender de nuestra historia y seguir conformando a esta
multiplicidad de singularidades que son las personas hasta que se transforme
en una ensordecedora garganta que avergüence al Imperio y lo ponga en
ridículo. Con nuestro arte, con nuestra música, con nuestra literatura, con
nuestra tenacidad, con nuestra alegría y brillantez y con nuestra
determinación a hacernos escuchar, porque estamos artos de que nos oigan
pero no nos escuchen. Necesitamos imaginación social desde todos los
frentes, nos hacen falta métodos de acción no violentos que aún no hemos
probado y nos faltan todavía una serie de seres humanos a los cuales tenemos
que convencer de que la acción es necesaria (médicos, actores, profesores,
amas de casa, pequeños empresarios, basureros, músicos...). No debemos dejar
todo el protagonismo en los representantes. Hay que inventar más democracia
mediante la construcción de una nueva parte, a partir de la ciudadanía, con
poder político y de decisión basada en formas e instrumentos de lo común y
llegando al reconocimiento del común de los individuos, de las personas.

Como respuesta a lo expuesto hasta aquí, proponemos privar al imperio
norteamericano de su oxígeno: el dinero. Si ejercemos nuestro derecho a
consumir lo que nos dé la gana y nos negamos a comprar lo que nos venden les
provocaremos una hipoxia cerebral. Esta guerra que está a punto de empezar
no hace más que demostrar que las
grandes corporaciones norteamericanas y sus empresas afines, y gracias al
gobierno de los Estados Unidos, piensan y establecen sus criterios políticos
y leyes con el único objetivo de incrementar su dinero y hacerlo circular
libremente sin ningún tipo de dignidad y respeto hacia las personas.

La iniciativa de un boicot o embargo social a los productos USA no pretende
ser ningún tipo de movimiento político de índole alguna. Tampoco queremos
iniciar un ataque descerebrado de odio y rabia hacia el pueblo americano,
esto no es ningún tipo de exaltación antiamericana. Consideramos el
antiamericanismo como una actitud débil que oculta la responsabilidad
colectiva de la situación actual del mundo y que confunde el pueblo
americano con el gobierno americano. No caeremos en la trampa. Esta
iniciativa pretende ser simplemente una respuesta ciudadana frente a los que
sólo se preocupan de globalizar el dinero, los productos, las patentes y los
servicios con una carencia absoluta de ética y respeto hacia los movimientos
locales, los derechos humanos, los tratados internacionales de todo tipo y
hacia la justicia. Lo que es evidente en este momento de la historia de la
humanidad, es que dicho proceso hegemónico, imperialista, de colonialismo
empresarial, globalización o cualquier otra etiqueta que se le quiera poner,
los grandes lobby norteamericanos y sus empresas afines, junto con su
maquinaria propagandística y su gobierno desempeñan un papel crucial.
Consideramos que el gobierno de los Estados Unidos está formado por tipejos
que han llegado muy arriba en las corporaciones multinacionales y que ahora
aplican esas políticas de empresa basadas en la falta de ética y respeto a
las personas gracias a los poderes comunicativos, económicos, políticos y
militares que se encuentran disponibles en el espacio geopolítico de los
Estados Unidos.

Desde la red hacemos un llamamiento a toda organización, asociación, ONG,
web de información alternativa, etc., a organizarnos y colaborar. El
objetivo es disminuir, en lo posible, el consumo de productos
norteamericanos. Necesitamos crear listas bien fundamentadas de productos
norteamericanos del día a día, o no, que puedan ser
substituidos por otros que realicen la misma función, desde pasta de dientes
hasta coches y medicamentos. Es importante asumir que nunca conseguiremos un
boicot al 100% coherente, es simplemente imposible tanto técnica como
culturalmente. Pero esto no nos debe frenar, debemos intentarlo. Plasmemos
las bases de la propuesta entre
todos en la red, primero en el ámbito local y después entre países para
luego lanzarlo a los diferentes sectores de la sociedad. Lo importante es
llegar mediante el diálogo a la máxima ciudadanía posible: médicos, actores,
basureros, amas de casa, periodistas, deportistas, estudiantes, escritores,
músicos... de que la opción existe y de que estamos dispuestos a trabajar y
organizarnos para sugerir diferentes estrategias en cada sector.
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