Jose Luis Paredes on Fri, 25 Jul 2003 18:43:45 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] FW: Purificaci ón cultural y guasas


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> Reforma, viernes 25 de julio, 2003
> http://www.reforma.com/editoriales/cultura/314238/
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> Congreso de Purificación Cultural Urbana
> ¿Puras guasas?
> 
> Por Pacho
> 
> En los corrillos cibernéticos, en las cantinas del "gentrificado" Centro
> Histórico, en las oficinas de las instituciones culturales y en las trincheras
> de la contracultura cundió la duda y el temor. El 12 de julio tuvo lugar el
> Primer Congreso de Purificación Cultural Urbana de la Ciudad de México con la
> participación de Martina Riedler, Eduardo Olivares, Marco Barrera y Néstor
> Quiñones, quienes sostuvieron posiciones polarizadas sobre lo que debe ser una
> política cultural en la ciudad, que oscilaron del anarquismo al fascismo.
> Y fue esta última postura, sostenida por Ryan Hill, supuesto miembro de una
> comisión Rudolph W. Giuliani, la que generó el disgusto e incluso la duda
> sobre la verosimilitud del congreso organizado por Pablo Helguera e Ilana
> Boltvinik. Las reacciones fueron diversas; por ejemplo, la ponencia de Ryan
> fue enviada por correo electrónico a grupos de discusión, con llamados a
> resistir las intenciones purificadoras y autoritarias del estadounidense.
> Ryan se pronunció por emprender una profunda limpieza cultural creando una
> comisión que aprobara "todo proyecto artístico con base en su decencia
> cívica", con facultades para despedir a aquellos funcionarios con dudosa
> "disciplina cultural" y donde toda actividad realizada para más de ocho
> personas debería cumplir con requisitos como "carecer de referencias a actos
> sexuales", si bien los artistas con becas vitalicias del CNCA estarían exentos
> de toda regla.
> ¿Se trataba de una broma? Bueno, no es ficticio que se haya pedido a Giuliani
> un diagnóstico sobre la inseguridad en el DF sin tomar en cuenta el rechazo
> que su gestión enfrentó en Nueva York y sin discutir las implicaciones
> culturales que tuvo para la ciudad. Por ejemplo, la "gentrificación" del lower
> east side afectó la cultura de la zona. El encumbramiento de Giuliani como
> garante de la seguridad urbana es, eso sí, una falacia y una ilusión.
> Pero las aristas del congreso son muchas. Ante estas reacciones, los
> organizadores distribuyeron por internet un documento aclaratorio. Ahora,
> Pablo Helguera expone a REFORMA sus motivos.
> 
> 
> 
> El beneficio  de la duda
> Por Pablo Helguera
> Ryan Hill, quien leyó la propuesta de la comisión ciudadana Rudolph W.
> Giuliani en el marco del Primer Congreso de Purificación Cultural Urbana de la
> Ciudad de México el pasado 12 de julio, aparentemente se ha vuelto famoso por
> sembrar el terror a la manera de Orson Welles en La guerra de los mundos.
> Mientras un correo electrónico apocalíptico recorre el país y varios se
> preguntan si la propuesta es verdad o ficción, a mí me parece más interesante
> pensar acerca de lo que dicha reacción revela de nosotros como sociedad.
> 
> Ilana Boltvinik y yo organizamos el congreso para analizar y debatir
> públicamente una serie de temas relacionados con el medio cultural mexicano.
> Nos interesó reflexionar sobre la falta de cuestionamiento, estructuración y
> dirección que suele caracterizar tanto a las políticas culturales de Estado
> como a las iniciativas independientes. Por otro lado, buscamos cuestionar la
> dinámica tradicional de los congresos académicos, y empujarlo al extremo con
> posturas claramente polarizadas para de esta manera ocasionar un debate más
> profundo. Y finalmente, quisimos analizar el nivel de concientización y las
> opiniones que existen ante la enorme e irreversible influencia que el
> mainstream norteamericano está teniendo sobre la vida cultural de México.
> 
> El congreso tuvo lugar en el Gran Hotel de la Ciudad de México, y aunque
> muchos asistieron, incluyendo medios, críticos y artistas, parece que varios
> aún no saben qué opinar al respecto de lo que se dijo, por la duda de si el
> acto fue realidad o ficción. Un planteamiento poco útil, creo yo. Como dijimos
> en un testimonio público, hay que darle énfasis a las ideas y no a la
> corroboración del currículum académico de los participantes, ya que las ideas
> se validan (o invalidan) por sí mismas y no por quienes las presentan o
> patrocinan. Lo que contó fue el debate, el cual definitivamente experimentamos
> todos ese día, a ratos bastante dramático y pasional, y en otros, casi como en
> la Guerra Fría, al borde del estallido.
> 
> Es una lástima que no se le haya prestado más atención a la crítica histórica
> de Martina Riedler sobre el priismo y su agenda cultural, a la propuesta de
> Eduardo Olivares para sensibilizar a los políticos, al discurso de Marco
> Barrera sobre Messiaen y la ingobernabilidad del arte, o a la propuesta de
> Néstor Quiñones de crear un consejo de artistas. Otras ponencias, más
> superficiales pero representativas de nuestra realidad cultural, dieron lugar
> a animados debates protagonizados por los críticos del coloquio.
> 
> En cuanto a las posturas extremas, lo que nos sorprendió es que se calificaran
> de inverosímiles, siendo tan comunes en nuestra realidad. Gracias a la
> histeria cibernética que desató la presentación de Hill, salió a relucir que
> en ningún foro cultural se había debatido hasta ahora el simbolismo de que el
> Gobierno mexicano utilice a Giuliani como asesor de la ciudad. La gestión del
> ex Alcalde de Nueva York culminó con incidentes como el violento asesinato de
> Amadou Diallo, un inocente inmigrante africano acribillado por la Policía con
> 41 balazos, y la propuesta -fallida, por fortuna- de una "comisión de
> decencia" para regular el arte en museos financiados por la ciudad(
> http://news.bbc.co.uk/1/hi/entertainment/arts/1262020.stm ). También vale la
> pena recordar el caso del vecino del sur: los diputados del Gobierno de
> Guatemala y su máximo rector, Efraín Ríos Montt, aprobaron el año pasado la
> ley 27-2002, que pretende controlar toda producción artística "obscena",
> formando una comisión de censura dependiente del Ministerio de Cultura y
> Deportes (http://www.congreso.gob.gt/Pdf/Decretos/D-27-02.PDF). Tampoco
> podemos asumir que nuestra clase intelectual es muy liberal. Basta señalar las
> "informadas" declaraciones de Félix de Azúa, quien escribe para Letras Libres
> sobre arte contemporáneo y en una entrevista con El País se atreve a decir que
> hacer "arte político" hoy en día es imposible
> (http://www.xtec.es/~jducros/Felix%20de%20Azua.html).
> 
> Me atrevería a sugerir que el debate, las pasiones, dudas y ansiedad que
> sembró el congreso (y en particular Ryan Hill) son sintomáticas de algo que
> nos hace falta discutir colectivamente. Si su propuesta alarmó al público no
> fue por fantasiosa, sino por factible en su temible especificidad.
> 
> En el fondo, creo que esto se debe a que intuimos que hoy las agendas
> políticas manipuladoras se esconden, no en conspiraciones secretas, sino en
> los abiertos formatos de la claridad. Chesterton describe en El hombre que fue
> jueves a un grupo de anarquistas que conspira ruidosamente en el balcón de un
> restaurant, bajo el principio de que no hay nada más secreto que aquello que
> se hace a plena luz del día. Este descaro es propio también de nuestros
> políticos, pues lo común es pensar que la manipulación se encuentra en lo
> secreto y no en lo explícito.
> 
> En general, nos gusta cuando todo se nos da claramente, e incluso nos atrae
> participar de nuestro propio abandono en la ficción. El artista sudafricano
> William Kentridge dijo una vez que cuando en un teatro de sombras vemos la
> imagen de un lobo, nos reímos por tres razones: porque vemos la caricatura de
> un lobo; porque reconocemos las manos que dan forma al lobo, y porque nos
> regocija nuestra propia credulidad.
> 
> Pero en el teatro de sombras de la realidad, no siempre sabemos la procedencia
> de lo que vemos u oímos, ni tampoco las muchas dimensiones que un acto puede
> tener. Los parámetros ficción/realidad son equívocos y relativos, ya sea en lo
> académico, en la política o en el arte. Sólo nos queda juzgar con base en
> nuestros principios. Quizá tengamos que dudar de todo, pero podemos actuar
> sobre esas dudas mediante el debate y nuestro criterio. Es un proceso difícil,
> pero crucial, de autoafirmación como individuos y como sociedad. Creo que, en
> este caso, el arte es el mejor interlocutor que hay para saber quiénes somos y
> a dónde vamos. 
> 
>  
> Pablo Helguera (Ciudad de México, 1971) es artista visual. Residente en Nueva
> York, es jefe de programación educativa del Guggenheim.
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