[nettime-lat] sevilla y el cine, todo un bluff

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festival de cine y deporte

El público, asignatura pendiente

Una media de 25 personas acuden a las salas del Cine Nervión a ver las
películas programadas por el certamen

ALICIA ALMÁRCEGUI. DIARIO DE SEVILLA.
El Festival de Cine y Deporte ha programado un rico cartel de actos
paralelos que ha copado la atención de muchos sevillanos: presencia de Leni
Riefenstahl, seminarios de cine que han contado con las charlas de Fernando
León o Benito Zambrano, homenajes a Michael Doohan, Elías Querejeta y Norman
Jewison. Sin embargo, del corazón del certamen, es decir de las películas en
exhibición -concurso oficial de cortos, documentales y largometrajes,
Sección Informativa, Sección Panorámica y el Fútbol en el Cine- parecen
haberse quedado en un segundo plano.

A lo largo de esta apretada semana, incluyendo esta misma tarde, se han
proyectado en los cines Nervión todas las películas que participan en el
festival. Diariamente, seis salas ofrecen cinco largos o cortos, toda una
nutrida oferta que debe competir con las películas más comerciales exhibidas
en el resto de las grandes pantallas de la ciudad. Para incentivar la
presencia de espectadores, las entradas del festival se venden a 2,5 euros,
y los abonos de cuatro películas a cinco euros. A pesar de todo, las salas
del festival cuentan con muy poco público, que, sin embargo, es en su
mayoría amante del cine. "Ésta es la oportunidad de ver en Sevilla buenas
películas que normalmente no llegan a la cartelera. Ya hemos visto cuatro, y
todavía queremos ver alguna más. La media de público por proyección es de
unas 15 ó 20 personas, en realidad, una cantidad similar a la que asiste
durante el resto del año a ver las películas que no son grandes producciones
norteamericanas", destaca una médico y su pareja a la salida de la
proyección de una selección de cortos.

Ayer, minutos antes de la primera sesión de la tarde, que tiene lugar a las
16.00, había poca gente por los pasillos del cine. Una de las películas
programadas para esta hora, Ultras, una cinta sobre los hooligans en la liga
italiana, no llegó a ser proyectada porque en la sala 17 no había ni un solo
espectador. Muy cerca, en la sala 18, una producción sobre la actuación de
los deportistas cubanos en los VII Juegos Panamericanos de 1975 estuvo a
punto de correr la misma suerte, pero finalmente tres espectadores compraron
su entrada para ver el documental.

Por el contrario, las salas que proyectaban los largometrajes a concurso y
los de la sección panorámica contaban con mucho más público. Así, a la
exhibición de la finlandesa Cyclomanía, asistieron unas 30 personas. "Hemos
visto muchas películas del festival. De fútbol, de alpinismo y ahora de
ciclismo. Casi todos los días había menos de 20 personas en la sala. En el
estreno del documental Un 8 de julio en Sevilla incluso nos pudimos sentar
al lado del futbolista Stilike", asegura un joven profesor de educación
física, que, acompañado de otros cinco amigos, iba a hacer doblete esta
tarde. Mayor éxito de público tuvo The River, producción finlandesa
preseleccionada en su país para competir por el oscar a la mejor película
extranjera. Entre las 40 personas del público estaba Antonio, un cinéfilo
que ha asistido regularmente a las sesiones del festival. "La Sección
Panorámica tiene un buen nivel. Para mí, la mejor película hasta el momento
es la canadiense El ángel del Alquitrán. Jueves, viernes y sábado ha habido
más espectadores, unos 20 de media", indica. La misma opinión es mantenida
por un cinéfilo estudiante de doctorado de Astrofísica: "el año pasado,
muchas veces yo era el único espectador de las películas. Este año hay más
público, unas 20 ó 30 personas, cifra similar a la que va a un cineclub".

Algunos de los asistentes criticaban que el Festival de Cine y Deporte de
Sevilla coincida este fin de semana con el Iberoamericano de Huelva, lo que
les ha obligado a tener que elegir entre ambos. Otros achacaban la falta de
público a que la gente de Sevilla es poco aficionada al cine. Para otros era
sorpendente ver butacas vacías, como afirmaban tres jóvenes israelíes,
estudiantes de flamenco, que enfatizaban que el documental Between Palestin
and Israel, metáfora de la situación de Palestina encarnada en su equipo
nacional de fútbol, mostraba muy bien los problemas de Oriente Medio.

Conforme avanzaba la tarde las salas se iban animando. Así, la comedia
británica Mike Basset. Entrenador de Inglaterra, provoca las carcajadas de
unas 40 personas, mientras el documental Manchester United. Más allá de la
tierra prometida, con los famosos futbolistas David Beckahm y Roy Keane de
protagonistas, reunía a un número similar de público, aunque esta vez,
mayoritariamente masculino.


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