Grano de Arena on Wed, 21 Aug 2002 15:02:08 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 153 - FORO SOCIAL MUNDIAL EN ARGENTINA


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°153
Miercoles, 21/08/2002
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PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo153.pdf
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En este número

1.¿Dónde están los manifestantes?: "En la misma medida que teníamos
una dinámica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos seguido
teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos menos
visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos sobre
nuestras tácticas y nuestra estrategia"

2.Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla: En los días
pasados Uruguay vivió un golpe de Estado preventivo, en el que el FMI
ocupó el lugar que otrora  - por estas latitudes - desempeñó la CIA
como brazo operativo.

3.El modelo "fondomonetarista ¿colapso o contagio?: Es,
lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra inmersa en
la más prolongada crisis de su historia. Que abarca  desde la
economía, a la   grave problemática económica, social y  financiera a
la que ha sido deliberada y premeditadamente  conducida.

4. Se inicia el Foro Social Mundial en Argentina: En un contexto de
agravamiento de las secuelas de miseria y hambre resultante de la
globalización neoliberal, comenzará el próximo 22 de Agosto -con una
gran movilización por las calles de Buenos Aires-el Foro Social
Mundial (FSM) en Argentina.

5. El riesgo Lula y la Colombina: "Si no hay un cambio, en breve
seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina." Escribe Frei
Beto

6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses:  El
Episcopado canadiense sostiene una larga tradición de vigilancia y de
opinión crítica sobre  problemas sociales y económicos. Con energía
puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio  entre
su  país y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo
Multilateral de Inversiones, abortado en 1998 y apoyaron la reunión de
la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las Américas
en Québec.

7. Mensaje desde París: Algunas palabras a los organizadores del Foro
Social argentino para compartir y apoyar  el evento.




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1. ¿Dónde están los manifestantes?
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Mike Bygrave

Hace alrededor de un año, durante el Sitio de Génova, 250.000
manifestantes rodearon la reunión anual de los líderes políticos del
G8 y muchos se enfrentaron sin cesar con la policía italiana. Fue la
cima del movimiento antiglobalización. Parecía imparable, como la
agenda definidora del nuevo siglo y "la más amplia rebelión desde los
60" ¿Dónde está ahora?¿Qué cambió desde el 11 de septiembre? Hoy el
movimiento casi ha desaparecido de las crónicas y de los titulares ¿Ha
sido arrojado al basurero de la historia? La globalización todavía
está entre nosotros después de todo. Desde la situación de África al
abastecimiento de alimentos en el mundo, de los conflictos comerciales
a los refugiados, de la privatización al medio ambiente, la
globalización avanza imparable. Pero ¿qué ha ocurrido con los
antiglobalizadores?

El escritor y activista George Monbiot se muestra sorprendentemente
encantado con el estado del movimiento: "En la misma medida que
teníamos una dinámica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos
seguido teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos
menos visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos
sobre nuestras tácticas y nuestra estrategia. La escenificación de
grandes protestas fue muy eficaz para atraer la atención sobre las
cuestiones pero no es una buena forma de precipitar el cambio" Hubo un
momento en nuestra conversación en que titubeamos sobre las palabras y
caímos en un embarazoso silencio. El mismo momento se reproducía con
cada entrevistado y se refería al nombre que se debía utilizar al
hablar de los antiglobalizadores. "Movimiento antigloba-lización"
resultaba ser un nombre inventado por los periodistas que ha calado.
Todos los activistas lo rechazan, como mínimo porque da argumentos a
los oponentes. Pero nadie se pone de acuerdo en un sustituto.

Reflejo de la confusión sobre el nombre es la que muchos sienten sobre
la misma protesta. ¿Cuál es el núcleo que vincula al surtido de causas
de moda? La activista radicada en Ámsterdam, Susan George le llama el
Movimiento por una Justicia Global (decido mojarme y adoptar un nombre
mejor que el de antiglobalización) "un movimiento de educación popular
dirigido hacia la acción" ¿Educación sobre qué?. Bueno, pues sobre la
globalización para empezar. En su sentido clásico significa el proceso
histórico mediante el cual el mundo se hace cada vez más próximo.
Comenzó en el siglo XVI con los viajes de descubrimiento y se ha ido
acelerando desde entonces. Algunos estudiosos entienden que en su fase
más reciente, digamos desde principios de los años 70, la
globalización ha avanzado a tal velocidad y a tal escala que semejante
salto cuantitativo ha producido un mundo cualitativamente diferente,
bien sea una aldea global o un imperio global. No tiene sentido
oponerse a la globalización en este sentido como no lo tenía oponerse
a grandes tendencias históricas como el desarrollo del estado nación o
el crecimiento de la ciencia.

Los activistas no rechazan el proceso subyacente: atacan la forma
actual que tal proceso adopta. Como manifiesta el American Center for
Economic and Policy Research, esta forma "no es un resultado
inevitable del cambio tecnológico en las comunicaciones, el transporte
y otras industrias" sino que se debe a "decisiones deliberadas de los
actores políticos" que "han conformado el proceso de globalización de
un determinado modo".

Este modo es la globalización económica dirigida por las empresas
multinacionales, coreando su mantra de libre comercio, libertad de
inversión y libre movimiento de capital. Todas estas "libertades"
deberían hacernos sospechar, dicen los manifestantes. Alguien tendrá
que pagar. Mientras las empresas se presentan como heraldos de un
futuro resplandeciente para todos, con una camiseta Nike en cada
cuerpo, un capuchino Starbucks en cada mano y un Nissan Sentra en cada
garaje, para el movimiento son una moderna horda mongola. Gengis Khans
en trajes Armani asolando el mundo en general y el tercer mundo en
particular en búsqueda de poder y beneficios.

"Creo que la gran mayoría de la gente que se ha unido a este
movimiento comenzó con una vaga sensación de que algo iba mal, sin ser
necesariamente capaces de señalar con el dedo qué" dice Monbiot.
"Teniendo la sensación de que el poder se les quitaba de las manos,
gradualmente se volvieron mejor informados, a menudo en áreas muy
especializadas porque lo que encuentra en nuestra comunidad de
activismo es alguna gente muy preocupada por la agricultura, los que
están muy interesados en el medio ambiente o las regulaciones
laborales, o la privatización de los servicios públicos o la deuda del
tercer mundo. Estos intereses convergen y el punto en que todos se
encuentran es la cuestión del poder empresarial"

Para Susan George, el objetivo del capitalismo contemporáneo es "todo
el poder a los grandes negocios", una "agenda típicamente
decimonónica, un intento de atrasar el reloj cien años"·. "Cuando me
preguntan porque la gente se une a nuestro grupo" dijo en un reciente
foro en la London School of Economics "digo que es por el sentimiento
de que los hijos de perra han ido demasiado lejos".

Las estadísticas sobre la globalización son increíbles. El comercio
mundial creció el 50 % durante los últimos seis años y ahora supone
más de 17.000 millones de dólares diarios. De las 100 entidades
económicas más grandes del mundo, 51 son empresas. Mientras tanto, el
precio de productos primarios distintos del petróleo (alimentos
básicos y materias primas producidos por el tercer mundo) cayó en más
del 50 % en términos reales durante los últimos 20 años. La deuda
externa total de los países en desarrollo creció de 90.000 millones de
dólares en 1970 hasta casi dos billones de dólares en 1998, de los
6.000 millones de habitantes del mundo, 2.800 millones viven con menos
de dos dólares al día y 1.200 millones con menos de un dólar. Hasta
35.000 niños de menos de cinco años mueren cada día por enfermedades
evitables. La distancia del 20 % más rico del mundo respecto al 20 %
más pobre se ha duplicado en los últimos cuarenta años, mientras que
el patrimonio de las tres personas más ricas del mundo excede al PIB
de los 48 países más pobres (que suman una población de 600 millones).

La interacción entre la globalización empresarial y la mayoría de la
población del mundo (la del tercer mundo) esta mediatizada por tres
instituciones internaciones: el Fondo Monetario Internacional (FMI),
el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC). El FMI y
el Banco Mundial están dominados por los Estados Unidos, la OMC por
los Estados Unidos y el resto de los países del G8, principalmente
europeos más Japón.

En los 80 estas organizaciones comenzaron a perseguir las tres
"libertades" (de comercio, de inversión y de movimiento de capitales)
aunque no la cuarta, libre circulación de trabajadores o de migración.
Este programa se conoce como el "consenso de Washington" o
neoliberalismo en su forma internacional. Como consecuencia de ello,
dicen los críticos, cuando las desventajas de la globalización
comenzaron a hacerse visibles en los 90, el primer lugar en que
aparecieron fue en los países pobres del tercer mundo, obligados a
seguir las políticas del FMI, el Banco Mundial y la OMC.

En 1994, la OMC amplió enormemente su influencia a través de la Ronda
Uruguay de negociaciones comerciales, transformando la organización,
en palabras de Naomi Klein, "de una cámara de comercio internacional
en un gobierno cuasimundial". En 1999, los ministros de comercio se re
unieron en Seattle para intentar lanzar una nueva ronda negociadora.
En su lugar, se encontraron con las masivas protestas que lanzaron el
Movimiento por la Justicia Global a la escena mundial. La coalición
incluye un importante componente del tercer mundo o del "Sur" El drama
del Sur es el corazón moral del movimiento y el centro de mucha de su
energía en las campañas.

Tony Juniper es el director de la rama británica de Amigos de la
Tierra. Antes de la aparición del Movimiento por la Justicia Global,
los ecologistas eran el mejor conocido y más ampliamente popular de
sus componentes. Juniper explica la evolución de sus planteamientos:
"durante los últimos diez años nos hemos colocado más en el gran
debate económico y menos en el del tipo "salvad las ballenas". Hablar
de la selva tropical nos llevó a hablar de la deuda del tercer mundo.
Hablar del cambio climático nos llevo a hablar de las empresas
multinacionales.

Cuanto más hablas sobre estas cuestiones, más te das cuenta que la
cuestión ya no es el medio ambiente sino la economía y las presiones
sobre los países para que hagan cosas que socavan cualquier esfuerzo
para afrontar las cuestiones medioambientales. En la época en que
llegamos a Seattle, estábamos todos en una campaña sobre la misma
tendencia básica que estaba minando los esfuerzos de todos para
alcanzar cualquier objetivo progresista. Esta tendencia es el libre
mercado y los privilegios de los ricos y las grandes empresas a
expensas de todo lo demás".

La presencia de los grandes grupos ecologistas y otras reputadas ONGs,
como Oxfam o Christian Aid, en las filas de los activistas hace
imposible a los gobiernos occidentales y a los líderes de negocios
despreciar el movimiento como un puñado de jóvenes desafectos y
anarquistas rompedores de cristales. Para la élite occidental, la
globalización es buena para usted. Para los antiglobalizadores es el
malo de la película. ¿Hay alguna posibilidad de juzgar entre estas dos
posiciones? Una vía es fijarse en una cuestión ligeramente diferente:
¿crece la desigualdad global? o ¿el avance de la globalización ha
reducido la desigualdad global en los últimos veinte años, tal y como
propugnan sus defensores?

Pequeños ejércitos de economistas estudian estas cuestiones. En
búsqueda de respuestas, acudí a una conferencia del profesor Robert
Wade en la London School of Economics. Comenzó con las habituales
cifras deprimentes: el 80 % de los ingresos mundiales va al 20% de los
más ricos mientras el 60 % de la población mundial tiene que
arreglárselas con el 6 % de los ingresos. Entonces se centro en "el
meollo de la cuestión": si la situación ha mejorado o empeorado en los
últimos veinte años. Su respuesta fue doble: no lo sabemos con
seguridad  pero un análisis equilibrado de las pruebas indica que se
va a peor y que la desigualdad está creciendo.

Resulta que las estadísticas en que confían los proglobalización,
encabezados por el Banco Mundial son sospechosas. Hay diferentes
métodos para determinar la pobreza y la desigualdad globales y las
respuestas que se obtienen dependen de las técnicas que se usen. El
Banco Mundial, sugirió Wade, puede haber elegido las que apoyan su
propia agenda  neoliberal. "El Banco es una institución muy política"
declaró.

Wade trató de un modo igualmente enérgico con la otra parte del
problema, yendo de la pobreza y la desigualdad a si la globalización
económica es la mejor vía para afrontarlas. La cuestión, aquí  es
cuándo y en qué términos, los países pobres deberían abrir sus
mercados. Las actuales estrellas del Banco Mundial son India y China,
lo que supone que los países globalizantes, es decir, con regímenes
liberalizados de comercio, se ha hecho más ricos mientras que los no
globalizantes han quedado atrás. Pero "la secuencia causal en India y
China ha sido la contraria"dice Wade "estos países comenzaron su
fuerte crecimiento antes de liberalizarse. Y todavía tiene regímenes
comerciales muy proteccionistas igual que Taiwan y Corea del Sur
hicieron antes que ellos. La liberalización comercial no es el motor
del crecimiento".

La mayoría de los activistas irían más allá que Wade. Aducen que el
"libre comercio" y la deuda del tercer mundo son una estafa.
Presentada como el producto de benignas leyes económicas naturales que
finalmente sacaran a todos de la pobreza, en realidad son herramientas
de un sistema diseñado por el Norte para mantener a los países del Sur
en su lugar, como fuentes en las que adquirir materias primas y mano
de obra poco cualificada y barata y a las que pueden vender bienes
manufacturados, productos agrícolas subsidiados, créditos a alto
interés y muy rentables paquetes privatizadores. Los acuerdos
comerciales obligan al Sur a abrir sus mercados, eliminar sus
aranceles y suprimir los subsidios internos. Pero los países ricos
subsidian a gran escala su propia agricultura y mantienen barreras
arancelarias contra productos como los textiles. Cualquier país que
amenace con resistirse recibe un tirón en la correa. La correa es la
deuda del tercer mundo y el rechazo del Norte a "perdonarla". La deuda
es el mecanismo para mantener a los pobres en vereda.
Un país en desarrollo tras otro se ha desplomado bajo el impacto de la
especulación creciente y/o las "políticas de ajuste estructural" del
FMI (acabar con el gasto público, recortar y privatizar servicios
públicos, atender el servicio de la deuda): México  en 1994-1995, el
sudeste asiático en 1997-1998, Rusia en 1998-1999. Argentina,
receptora de no menos de nueve "estabilizaciones" del FMI, es la
última. Mientras el abismo entre pobres y ricos se ensancha, el
espacio entre las crisis se acorta. Lejos de ser un modelo permanente
de eficiencia económica, el orden económico mundial se ve por los
activistas como una forma de chantaje político.

Oyendo a Wade escuchaba a un moderado, una voz aceptada, lejos de las
más salvajes fronteras de la antiglobalización. El mismo FMI ha
confesado que "en décadas recientes casi un quinto de la población
mundial ha retrocedido, sin duda uno de los más grandes fracasos
económicos del siglo XX". Un economista del Banco Mundial, Branco
Milanovic, recientemente reflexionó sobre "durante cuánto tiempo tales
desigualdades (de ingresos) pueden persistir ante contactos cada vez
más próximos... finalmente puede que los ricos tengan que vivir en
enclaves cerrados mientras los pobres merodean en el mundo exterior".

Este tema fue parte de la respuesta liberal al 11 de septiembre, la
conexión entre pobreza y terrorismo y la necesidad de afrontarlos
juntos. Pero había también una respuesta conservadora, encabezada por
los Estados Unidos, cuyo representante de comercio Robert Zoellick
habló de "arrancar la mancha de Seattle" y del libre comercio como
"promotor de los valores que son el corazón de esta inesperadamente
larga lucha", refiriéndose a la guerra contra el terror. La agenda
conservadora era: más neoliberalismo, más globalización empresarial,
más "ajuste estructural".
El Movimiento por la Justicia Global sufrió ataques de los dos lados.
De hecho, el Movimiento tiene demasiadas políticas, a menudo
desarrolladas por los diversos grupos de presión y ONGs. En lo que
estaban de acuerdo todos con los que hablé era que la época de las
grandes protestas en la calle se había terminada. Hasta unos 250.000
manifestantes se congregaron en marzo en Barcelona para la cumbre de
la Unión Europea. Tantos como se habían concentrado en Génova el año
anterior sólo que esta vez la protesta (pacífica) fue casi totalmente
ignorada por los medios. El debate dentro del movimiento sobre las
manis del año pasado (¿qué debería hacerse con la violencia asociada
con ellas?) se ha convertido en un debate sobre qué "alternativas
positivas" al statu quo deberían plantearse. Muchos se dan cuenta que
un montón de políticas individualizadas no compensan la falta de una
idea dominante.

Naomi Klein, autora del best-seller "No Logo" es una estrella del
movimiento. En un reciente artículo en su página web escribe: "nuestra
tarea, nunca tan acuciante, es resaltar que hay mas de dos mundos
disponibles, exponer todos los mundos invisibles entre el
fundamentalismo económico del McMundo y el fundamentalismo religioso
de la yihad".

Si la cara oscura de la globalización se mostró por primera vez en la
situación del Sur, a finales de los 90 había destellos de descontento
en el Norte rico. Cultivos genéticamente modificados, cárceles
privadas, favores políticos para pagar contribuciones de campaña,
leyes urbanísticas destripadas por grandes promotores, privatización
de servicios públicos, inmigrantes económicos o refugiados, empresas
multinacionales abriendo y cerrando fábricas, creando y destruyendo
miles de empleos. Los manifestantes globales habían coreado: "el mundo
no está en venta". Ahora era el turno de que la gente en Europa y los
Estados Unidos sintiera que las ciudades en que vivían y todo lo que
había en ellas estaba en venta.

Mientras que nadie discute que la globalización económica es la causa
directa de todos estos fenómenos, también proporciona un modo de
entenderlos, una estructura que los vincula unos a otros y al drama
del tercer mundo y encuentra sus raíces en el arrogante poder de las
empresas.

Hasta este momento he descrito el Movimiento por la Justicia Global
desde su lado más moderado, pero también hay un lado radical, como
cualquiera que haya seguido Seattle y Génova sabe bien. La tensión
central en el movimiento reproduce la tensión tradicional en la
política de izquierdas entre reformistas y revolucionarios: ¿buscamos
reformar y regular el capitalismo o abolirlo y reemplazarlo? No
obstante, sus seguidores tienen razón en sostener que el movimiento es
algo nuevo. La ausencia de líderes u organización jerárquica, el
énfasis en las redes inspiradas en Internet, el interés en la
democracia participativa más que en el socialismo de Estado; incluso
la voluntad de experimentar puede que no sean ideas nuevas per se,
pero en conjunto suponen una oferta genuinamente nueva.

Al otro lado, entre los globalistas, los capitalistas o más
simplemente los americanos, siguiendo la fórmula Clinton de "comercio
y no ayuda" en el exterior y el programa republicano de recortes
fiscales y reducción del estado de bienestar en casa, los Estados
Unidos parecen haber desarrollado un sistema en el que parece que los
gobiernos existen principalmente para promover y recompensar los
negocios. La gente demuestra su estatura moral trabajando duro y
haciéndose rica y los países la demuestran por medio del crecimiento
económico. Los que fracasan lo hacen porque son perezosos o inmorales.
Este Nuevo Orden Americano erige al neoliberalismo económico como una
filosofía moral y política a modo de darwinismo social redivivo.

Aquí subyacen dos visiones del futuro radicalmente opuestas. Algunos
activistas dicen que el capitalismo necesita reformarse. Otros en el
movimiento sostienen que el capitalismo está más allá de cualquier
reforma. Los radicales tienen una voz fuerte y un buen argumento:
históricamente, los cambios siempre se han producido después de una
gran crisis. ¿Está destinada la globalización a terminar en una crisis
global? Argentina se ha ido. Japón parece tambalearse al igual que
Brasil y el resto de Latinoamérica. El África subsahariana ha sido
descartada como un todo. Las bolsas se hunden. El fundamentalismo
islámico no desaparecerá de un día para otro. Hay miedo a una guerra
mayor. Agárrense fuerte, el viaje va a ser accidentado.

GuardianWeekly del 1 al 7 de agosto de 2002. Tradujo y envió Angel
Díaz Méndez desde  Oviedo (España)


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2. Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla
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Claudio Iturra

En los días pasados, Uruguay vivió un golpe de Estado preventivo, en
el que el FMI ocupó el lugar que otrora - por estas latitudes -
desempeñó la CIA como brazo operativo. Una vez culminado, los diarios
del lunes 5 de agosto no mostraron la foto del presidente Jorge
Batlle, sino la del embajador estadounidense en Montevideo, exultante
vencedor en esta batalla del Río de la Plata del siglo XXI

Este golpe tuvo diversas fases, desde su preparación hasta su
culminación, con la crisis de la semana pasada, cuando los
acontecimientos se precipitaron de forma tal que el análisis hecho
anteayer hoy ya es obsoleto.
En una crisis todo se precipita,  se da un acelerado entrecruzamiento
de los nudos conflictivos que forman la trama histórica de los
uruguayos de hoy.

Como acabamos de observar "en vivo y en directo", el planteo y
resolución de la crisis expresó la correlación de fuerzas en
presencia, en el "momento actual". No es un hecho de laboratorio,
químicamente puro - esa pureza no
se da nunca en la historia- : hay actores que apelaron a recursos del
poder incluso espurios, lo que los hizo pesar más en cuanto a su
capacidad de decidir el camino y contenido de la salida. No se trata,
pues, de cuántos hay de cada lado de la ecuación, sino de la capacidad
que tienen para tallar y resolver el juego. No estamos ante  la
"correlación de fuerzas" que miden las empresas de opinión pública,
sino de un verdadero juego de fuerzas, en el sentido que la Física le
da a ese concepto.

Este camino empezó a diseñarse cuando quedó en evidencia el total
agotamiento del modo de gobernar el Uruguay que llevan a cabo los
partidos tradicionales, incapaz de asegurar las necesidades básicas de
la sociedad y de generar un curso productivo que permita que el país
viva de su trabajo. Esta necesidad social catalizó la formación de un
abanico de fuerzas sociales surgido desde los actores productivos -
empresariales y sindicales- que resultaba funcional a la fuerza
política opositora que  se avizoraba como potencial vencedora en las
elecciones del 2004.

Desde lo social se empezó a colmar así la brecha que existía con lo
político, dándole  real contenido y alcance social a la estrategia del
FA/EP,  absorta como había estado en una visión que confiaba la
capacidad  del sistema político de garantizar una alternancia de esa
envergadura, a condición de no perturbar su "histórico" devenir, pese
a que se trata de un cambio sin precedentes..

Esta realidad que "crecía desde el pie" iba abriendo paso a un
"diálogo nacional" que exige crecientes grados de inclusión de actores
sociales y políticos, lo que significaba un cambio cualitativo
inaceptable para los partidos tradicionales. Esto lo han vuelto a
demostrar en estos días al apelar a recursos nada democráticos ni
soberanos, para no compartir el poder con otros sectores de la
sociedad uruguaya.

Ya no bastaba con mantener al FA/EP fuera de los organismos que por
mandato constitucional debe integrar en razón de su caudal electoral.
Tampoco alcanzaba con los recortes a sueldos y pensiones, mientras
gigantescos recursos eran chupados por un sistema financiero y un
aparato del Estado depredadores e ineficaces, diseñados y
administrados por los mismos partidos tradicionales.

El sistema político así tensionado, mostraba una peligrosa
disfuncionalidad, que estallaba patéticamente a la vista de todos con
hechos como el cierre de la emergencia del Clínicas o niños
alimentándose de pasto, o un presidente declarando en off, y en
inglés, que iba a privatizar esto y aquello, en contra de la opinión
mayoritaria de los uruguayos

Había que buscar el lugar geométrico que permitiera que toda la
sociedad apoyara o al menos aceptara una solución, que siendo
minoritaria y perjudicial, se mostrara como inevitable y garantizara
la creciente apertura y privatizaciones que exigen los organismos
multilaterales de crédito.

Entonces, como lo han hecho todos los que luchan por el poder por vías
ilegítimas - desde los gangsters hasta los imperios que buscan bajarle
el moño a orejanos e irredentos -,  se desencadenó la emergencia
financiera, apoyada por el terrorismo psicológico y callejero.

La crisis estaba servida. La pistola apuntaba directamente al corazón
del Uruguay: sólo se salvará si privatiza lo que la sociedad se ha
negado a hacer . Faltaba solamente darle solución institucional.

¿Ahora qué?

De este modo y pese a que el accionar del actual gobierno de coalición
de los partidos tradicionales es rechazado por la mayoría absoluta de
la sociedad, la amenaza le ha permitido resolver la crisis contra esa
mayoría. Los acontecimientos han sido empujados de manera tal que la
salida resuelta en la ley votada aceleradamente el sábado 3 y el
domingo 4 de agosto, no sólo agudiza las causas que, precisamente,
condujeron a la crisis, sino que está en condiciones de prolongar sus
efectos más allá del término del período del presidente Batlle,
rayándole la cancha al que lo suceda, aunque éste sea encabezado por
el FA/EP.

Pero este resultado no era fatal. Actuando a tiempo se hubiera podido
evitar la amenaza mortal. No estuvo determinado de antemano por una
suerte de determinismo institucional -disponer del Poder Ejecutivo y
de una mayoría legislativa. Esos elementos tuvieron la eficacia que
han tenido porque no hubo una fuerza que ocupara un lugar determinante
en el escenario, capaz de desplegar  una propuesta alternativa creíble
y eficaz,  porque articulaba en lo político e institucional lo que iba
madurando desde la sociedad

Dicho mal y pronto: el FA/EP no ocupó el lugar de liderazgo y
articulador político social porque había apostado todos los boletos a
la "normalidad" del funcionamiento del sistema político. Tampoco la
IMM ha sido la expresión institucional práctica de esa función que la
situación iba exigiendo.

Así, pues, el golpe gatillado por el FMI tiene efectos en el tiempo y
en el espacio: busca prolongarse más allá de la duración de los
mandatos institucionales y más allá de las fronteras uruguayas.

A los argentinos les mostró que están solos, que Washington no une
sino que divide, por lo que sólo les queda someterse de una buena vez
al FMI para que "la gente" deje de sufrir.

Esta salida de la crisis no resolvió los problemas de fondo del
Uruguay, sino que  los agudiza. Sin embargo, ha servido para hacer
emerger, para que floten, los compromisos, métodos y medidas que los
partidos tradicionales habían mantenido celosamente silenciados. Los
partidos tradicionales han quedado desnudos mostrando que no son la
mejor garantía para la vigencia de la institucionalidad democrática,
la independencia nacional y el desarrollo que asegure pan y trabajo a
los uruguayos. Están en un callejón sin salida, sin poder aplicar la
receta de Landrú, de salir por donde entraron, pues es mucho lo que
resignaron.

Las cosas se han hecho, a la vez, más duras, pero más claras. No hay
salida digna posible sino a condición de que los actores que han ido
construyendo una alternativa de vida desde la sociedad se encuentren
de una buena vez con actores políticos capaces de articular un camino
democrático, soberano y de desarrollo.

O sea, llegó la hora de los uruguayos: ellos decidirán si el golpe
vino para quedarse o será el estímulo que hacía falta para empezar a
construir un país que no devore o expulse a sus hijos

*Asesor de la UNTMRA., (sindicato de los metalúrgicos)


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3 .El modelo "fondomonetarista"
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 ¿COLAPSO O CONTAGIO?

Naúm Minsburg*

Es, lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra
inmersa en la más prolongada crisis de su historia. Que abarca  desde
la economía, a la   grave problemática económica, social y  financiera
a la que ha sido deliberada y premeditadamente  conducida. Por su
parte, los gurúes los sabihondos de siempre señalan que estaríamos
proyectando un "contagio" sobre los demás países latinoamericanos.

Conviene señalar al respecto que la aplicación de las envejecidas y
desgastadas directrices del F.M.I. y del Banco Mundial, aparentemente
renovadas a partir del Consenso de Washington  realizado en el año
1989, cuando  América latina había pasado por la grave crisis que se
denominara como la "década perdida", se consideró imprescindible
barnizar y maquillar las recetas del FMI y de los países del G-7. Es
decir se trazó un esquema de "cambiar algo para que no cambie nada".

Para ello  se pretendió instaurar en el imaginario colectivo, lo que
dio en llamarse la "década de la esperanza"  que sería la de los 90,
cuyos resultados lamentables están a la vista

Aunque aparentemente resulte innecesario, merece la pena preguntarse
en que consisten esas directrices o imposiciones que realiza el FMI, y
"su brazo derecho" el Banco Mundial.

Ambos organismos sostienen distintas facetas, en esencial consisten en
lo que hemos denominado como "los diez mandamientos del Consenso de
Washington"  que son: imponer el ajuste fiscal permanente, una amplia
apertura económica financiera, la política de "privatizar todo lo
privatizable"  y el pago estricto de la deuda externa, constituyen los
objetivos principales que se imponen a toda costa a los diferentes
gobiernos de América Latina.

Tales directrices - imposiciones,  han sido las causales principales
de la profunda crisis que se ha establecido desde hace bastante tiempo
e  impiadosamente en nuestro país y en toda la región latinoamericana.
Donde  el incremento de la pobreza, el desempleo y la miseria ha
marcado su impronta con brutal ensañamiento.

Analizando algunos datos macroeconómicos aportados por la CEPAL
tenemos que: "La crisis por la que atraviesa América latina y el
Caribe es el tercer episodio en menos de una década en el que el ritmo
del crecimiento del PBI sufre una brusca caída haciendo disminuir el
producto por habitante". Que para 2002 con la caída de más del 15%
para  la Argentina, las consecuencias para la región serán aún más
dramáticas.

Se debe mencionar que la Argentina durante el menemismo -
delarruísmo - duhaldismo ha aplicado y aplica dichos "mandamientos" de
forma escrupulosa e incondicionalmente y por ello fue presentada hasta
hace muy poco tiempo como la "la mejor alumna del F.M.I."

Examinemos algunos elementos determinantes de la crisis producto de la
aplicación de los mencionados mandamientos.

La deuda externa  de América latina que en 1990 era de 450.000
millones de dólares, pese a los cuantiosos pagos por intereses y
amortizaciones, en 2000 alcanzaba los 740.000 millones.

En el caso de nuestro país nos encontramos que en el mismo lapso, la
deuda eterna pasó de 62.333 millones de dólares a 147.000 millones. Y
ello se ha producido pese a que en el mismo período se pagaron por
intereses y amortizaciones la sideral suma de 113.000 millones de
dólares.

El presupuesto "equilibrado"  nunca alcanzado (ni aún en los países
desarrollados) que ha consistido en una fuerte baja del gasto público,
fundamentalmente en los aspectos sociales (sistema de salud,
jubilaciones, educación, seguridad etcétera)  deteriorando aún más la
pésima calidad de vida de la mayor parte de nuestra población.

Se debe destacar además que los pagos del servicio de la deuda en todo
el período han sido los que más han incidido en el incremento del
gasto público.

La política privatizadora realizada en toda América latina  pero que
en nuestro país se ha realizado con una velocidad que no ha tenido
precedentes en ningún otro lugar del mundo y a precios viles.

La estrategia privatizadora fue establecida presuntamente  para
disminuir la deuda externa pero, como se ha visto, ello no ha sucedido
así. En rigor, ha sido utilizada para sustituir monopolios públicos
por monopolios privados extranjeros y para el enriquecimiento de un
sector vinculado a las esferas gubernamentales. Con tarifas y precios
inusitadamente elevados.
La apertura económica y financiera  ha traído un incremento sustancial
de las importaciones (muchas de ellas absolutamente innecesarias y a
precios subvaluados) que han crecido muy por encima de las
exportaciones.

Como de costumbre nuestras ventas externas están sujetas a las
restricciones y precios deprimidos establecidos por los mercados de
los países desarrollados.

Las importaciones irrestrictas e indiscriminadas, el contrabando y las
maniobras evasoras existentes en nuestro comercio exterior,
contribuyeron en gran medida a la destrucción de gran parte del
aparato productivo nacional  y al incremento del desempleo y del
subempleo.

La irrupción de importantes corrientes de capitales especulativos,
facilitó el proceso de vaciamiento financiero existente. Proceso que
se diera comienzo con la desnacionalización de la banca y continuaría
con una especulación desenfrenada, con un tipo de cambio garantizado
por la ley de Convertiblidad (el famoso 1 X 1 ) y que participó en la
privatización de empresas estatales así como también de compañías
privadas.

La convertiblidad  que si bien en un primer momento tuvo utilidad para
combatir la inflación dejada por el gobierno de Alfonsín, el
mantenimiento a toda costa de un tipo de cambio fijo se convirtió en
el eje de la política económica y financiera.

La dramática y estrepitosa caída del binomio De la Rúa - Cavallo
producida en medio de  la grave crisis que, como estamos señalando ha
sido producto de la aplicación incondicional de los dictados del
Consenso de Washington, que se agudizaría con la asunción de Duhalde y
de su inepto ministro de economía Jorge remes Lenicov.

En nuestro país la fuga de capitales con la imposición del "corralito"
, devaluación brutal e insensata del peso, con el argumento de
incrementar las exportaciones, que no se han efectivizado sino que por
el contrario han diminuido.

La devaluación  exigida por el F.M.I. que ahora quiere imponer la
"flotación libre" se está repitiendo en Uruguay (donde sí se puede
hablar de un cierto "contagio" debido a un menor turismo, retiro de
capitales etc.).

En Brasil que se encuentra atrapado en un ataque especulativo,
producto del temor por el resultado de las próximas elecciones.
Paraguay desde años con inestabilidad  y devaluación y ello también en
Ecuador pese a la "dolarización" existente.

El modelo impuesto por el FMI y aplicado por los gobernantes de turno,
se encuentra colapsado. Es imprescindible dejar de continuar
transitando este  sendero de "no vida", de "no país".

 Frente a la inmensidad de la pobreza, de sectores hambreados
irracionalmente, a una desocupación nunca vista, de un sector
financiero en quiebra y envilecido, frente a un enriquecimiento que
bordea lo irracional, se debe  imponer un nuevo modelo que responda
eficaz y democráticamente a los  imprescindibles requerimientos de una
sociedad que no puede postergar más sus necesidades.

El FMI debe dejar ser el "sheriff" del capital financiero y de las
transnacionales y  volver a los Fines para los que fuera constituido
que, en su Artículo I señala entre otras cosas.(El FMI debe)"Fomentar
la cooperación monetaria internacional. Facilitar la expansión y el
crecimiento equilibrado del comercio internacional y contribuir de ese
modo al fomento y mantenimiento de altos niveles de ocupación y de
ingresos reales y al desarrollo de los recursos productivos de todos
los países miembros como objetivo primordial de política económica".

* Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina
E mail: naumin@netizen.com.ar  (8/8/02)


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4. Se inicia el Foro social Mundial en Argentina
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Ante la crisis.. OTRO MUNDO ES POSIBLE !!!

En un contexto de agravamiento de las secuelas de miseria y hambre
resultante de la globalización neoliberal, comenzará el prox. 22 de
Agosto -con una gran movilización por las calles de Buenos Aires-el
Foro Social Mundial (FSM) en Argentina. El mismo se extenderá por
cuatro días, culminando el 25 con una asamblea de todos los
movimientos sociales participantes.

El Foro tratará "La crisis del modelo neoliberal en Argentina, y los
desafíos para el movimiento global". Su objeto es el intercambio de
experiencias, y la articulación de un espacio de solidaridad con las
luchas del movimiento popular en nuestro país, teniendo como premisa
fundacional que "Otro mundo es posible".

El FSM en Argentina, cuyo epicentro será la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires, contará con más de
doscientas actividades descentralizadas en todo el país. En todas
funcionarán mesas de debate, talleres y diversas actividades
autogestionadas, así como expresiones del arte y la cultura, con la
presencia y participación de delegados extranjeros y nacionales.

Ya han adherido más de 360 organizaciones sociales nacionales, como
organismos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores
ocupados y desocupados, asambleas barriales, agrupaciones
universitarias, ONGs, entre otras, e internacionales como la Central
Única de Trabajadores (CUT) y el Movimiento sin Tierra (MST) de
Brasil, la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, Vía
Campesina, así como representantes de distintos movimientos de
Bolivia, Canadá, Chile, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos,
Francia, Italia, México, Panamá, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Uruguay,
Venezuela,... Muchos ya han participado en las ediciones del Foro
Social Mundial de Porto Alegre, que es de donde surgió la idea y el
apoyo para realizar este " Foro temático de Argentina".

Son los títulos de los paneles centrales del FSM en Argentina (días 23
y 24 de Agosto):

· La Crisis Argentina en el contexto del capitalismo mundial.
· El Estado neoliberal y la crisis de la democracia.
· Neoliberalismo y hegemonía norteamericana en América Latina.
· El Avasallamiento de los derechos sociales por el capitalismo,
· Alternativas económicas para una salida popular a la crisis.
· Poder popular, resistencias, democracia participativa y formas de
desobediencia civil.
· Formas de autogestión social y experiencias alternativas.
· Una nueva América para un nuevo mundo. Resistencias y convergencias
desde la Argentina hacia el movimiento global.
COMITÉ DE MOVILIZACIÓN EN ARGENTINA DEL FSM
prensa@forosocialargentino.org http://forosocialargentino.org


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5. El riesgo Lula y la Colombina
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Frei Betto

Brasil es un país de alto riesgo para quien vive en él.  Basta
verificar los índices de violencia (40 mil asesinatos por año); los
edificios cerrados como penitenciarias de lujo; el poder paralelo del
narcotráfico; el número de secuestros y matanzas; la pobreza y la
miseria que llegan a 53 millones de personas.

Quien está afuera -y solo en los Estados Unidos son cerca de 700 mil
brasileños- únicamente ve el riesgo cuando piensa en regresar al país.
Excepto los especuladores internacionales, que no cambian lo seguro
(la sangría de dólares que el Brasil derrama en sus bolsillos) por lo
dudoso (la política económica de un eventual gobierno de Lula).

Si Lula fuera electo, los especuladores van a sentirse como los
viciosos del juego cuando se cerró el Casino de Urca, en abril de
1946.  Guardada la ruleta, ya no podían arriesgar su dinero.  En el
caso de los especuladores, el verbo correcto es multiplicar.  Pues en
el Casino de la Especulación, la ruleta es alterada. Quien apuesta
mucho nunca pierde.  Aunque el propio casino quiebre.

Al señor Geraldo, mi vecino en Belo Horizonte, le gustaba jugar en el
casino de Pampulha, hoy transformado en museo de arte.  Apostaba algo
y casi siempre ganaba.  Años después, cuestionado por Macedo, jugador
que siempre perdía, el Sr. Geraldo le contó el secreto de su aparente
suerte: era amigo del croupier y, en común acuerdo con él, hacía
grandes apuestas para atraer a otros jugadores.  Quien apostaba poco,
como el Macedo, raramente ganaba.  Sin embargo el Sr. Geraldo era
recompensado por desinhibir a los afortunados y dar ganancias a la
casa.

En el casino global, los perdedores blufean. La WorldCom, dueña de
Embratel, registraba gastos como facturación.  Es lo que hace el
gobierno de Fernando Henríquez Cardoso(FHC): registra como inversiones
los empréstitos que toma de afuera.  Eso explica el hecho de que,
desde mayo, Brasil deba, por cada R$100 producidos, R$56 a los
acreedores internos y externos.  Hoy, la deuda líquida total del
sector público es de R$708,4 mil millones, y corresponde a 56% del
PIB.  Es la relación más negativa deuda-PIB de la historia del país
(y, dígase de paso, que esos ocho años de gobierno de FHC son el
período en el que Brasil creció menos, desde la proclamación de la
República).

En la huerta de los especuladores, Lula funciona como un
espantapájaros.  Allá en Arizona el pequeño inversionista escucha
decir que la economía de Brasil va a empeorar si Lula fuera electo.
Trata de vender barato sus papeles a los especuladores quienes, más
tarde, los venderán caro en el mercado.

Si el juego económico no es suficiente para revertir el índice de
aprobación a la candidatura de Lula, se recurre a las emboscadas
éticas, ahora inclusive con la participación de la Policía Federal:
denuncias infundadas, archivos inventados, especulaciones fantasiosas.
Durante la campaña de 1994, tomé un taxi cuyo conductor declaró que no
votaría por un candidato que aparentaba ser defensor de los
trabajadores pero que vivía en una mansión en Morumbi, el barrio más
elegante de San Paulo.  Le desafié a que me llevara hasta allá.  En
caso de que quedara confirmado lo que él decía, yo pagaría el valor de
la carrera multiplicado por cinco.  Caso contrario, él no me cobraría
nada.  Evidentemente, no apostó.

El riesgo no está en que Lula gane, está en que Brasil continúe rehén
de la subida de los intereses, y ahora, del dólar; más endeudado que
borracho cuñado del dueño de cantina; con sus índices sociales cada
vez más deteriorados.  No había Lula en Argentina, la mejor alumna del
FMI, condenada a la depresión.  Si la situación del país va mal, la
culpa es de quien gobernó en los últimos años.  Si no hay un cambio,
en breve seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina.

Hasta octubre, todavía hay tiempo para que todos sepan que Lula robó
la Copa Jules Rimet, mató a Dana de Teffé, escondió a Elias Maluco,
disparó a la prefectura de Río y tiene una fortuna en paraísos
fiscales.  Así quedarán todos con mucho miedo de ser felices.


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6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses
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Víctor Quintana

Ya que está de moda hablar de obispos, hablemos, pero de los
canadienses. Porque la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá,
mediante su Oficina de Asuntos Sociales, ha publicado un excelente
documento sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Su
título entraña ya una toma de posición bien clara: Vendiendo el
futuro: una reflexión sobre la relación entre inversionistas y Estado
en el TLCAN y su expansión al resto de América Latina.

El Episcopado canadiense sostiene una larga tradición de vigilancia y
de opinión crítica sobre problemas sociales y económicos. Con energía
puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio entre
su país y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo
Multilateral de Inversiones, abortado en 1998, y apoyaron la reunión
de la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las
Américas en Québec, en abril del año pasado.

La preocupación central de los obispos en este documento es "(dentro
de los acuerdos de libre comercio) la capacidad de las compañías
privadas de poner demandas a los estados en el contexto de aparentes
pérdidas de ganancias. Estas demandas o reclamaciones afectan en
primer lugar la condición soberana de los estados; en segundo la
capacidad de proteger legalmente el ambiente y, por último, la
participación democrática del pueblo en su futuro gobierno".

El documento hace una evaluación sumaria de los efectos del TLCAN,
considerando que el ALCA sólo pretende una expansión del mismo. A
pesar de cierto crecimiento de la economía y del comercio en los tres
países socios, se da en ellos un distanciamiento creciente entre los
ricos y los pobres, un aumento de las dificultades e incertidumbres
para las mayorías, "mientras que un número cada vez menor de
inversionistas, ejecutivos y profesionistas se vuelve cada vez más
rico".

Dan algunas cifras: en los siete años del TLCAN, Canadá vio disminuir
de 3.8 a 3.1 por ciento los ingresos del 20 por ciento más pobre de su
población, en tanto que el 20 por ciento más rico vio incrementarse
sus ingresos de 41.9 a 45.2 por ciento. En ese mismo lapso en Estados
Unidos se eliminaron 760 mil oportunidades de empleo. Y en México,
durante los años noventa el poder adquisitivo del salario mínimo se
redujo casi a la mitad.

Reseñan las 15 demandas que diversas corporaciones han presentado en
el contexto del TLCAN para atacar la capacidad de los gobiernos de
producir orientaciones políticas y salvaguardar la soberanía nacional,
en particular en lo referente a la protección ambiental. Un ejemplo,
el pleito de la trasnacional Metalclad contra el gobierno de México
por casi 17 millones de dólares por la planta de tratamiento de
desechos tóxicos en Guadalcázar, San Luis Potosí.

Para los obispos canadienses, el ALCA es "el tratado de comercio y de
inversión más arrollador de la historia". Las negociaciones del mismo
se han hecho excluyendo del debate a la ciudadanía y a los grupos
populares. Se trata de dar libre flujo por todo el hemisferio a los
capitales, pero de ninguna manera a la fuerza de trabajo.

Y lo más preocupante: hay serios indicios de que dentro de él "lo
comercial y la inversión podrían desligarse de cualquier forma de
control ciudadano y de la autoridad de los gobiernos", como expresa el
capítulo 11 del TLCAN. El objetivo de éste es "limitar la capacidad
del gobierno de proteger el ambiente, la salud y otros valores
públicos frente a los intereses comerciales".

Certeramente apunta el documento que los tratados comerciales deben
asegurar el respeto a los derechos humanos básicos, los derechos
laborales, el ambiente y los derechos de los pueblos indígenas "como
han sido definidos por protocolos internacionales (y que) tienen
precedencia sobre los derechos de los inversionistas". Insisten en que
las negociaciones del ALCA se hagan con transparencia y con la
participación de los ciudadanos y sus líderes para que enfrenten el
impacto social y ecológico.

Terminan diciendo que "en lugar de extender las fallas del TLCAN a
todas las Américas, los líderes deberían sentarse a diseñar un modelo
de integración económica que trabaje en beneficio del mundo laboral
del continente".

Los obispos canadienses sacan la cara por la soberanía nacional, por
los derechos civiles y sociales, por un desarrollo "que respete la
dignidad delos individuos y comunidades". ¿Les harán caso nuestros
católicos gobernantes? Aunque no les besen el anillo.

De "Cristianos nicaragüenses `por los pobres" (14.08.02)


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7. Mensaje desde Paris
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Algunas palabras a los organizadores del Foro Social argentino para
compartir y apoyar  el evento.

Durante el ultimo FSM de Porto Alegre se escuchaba el grito " todos
somos argentinos"; no se trataba de solidaridad piadosa con las
victimas del desastre  neoliberal sino de una manera de apoyar y
compartir las actitudes de resistencia y de lucha del pueblo
argentino.

Seis meses después, el grito de compañerismo se ira amplificando  si
el Foro social de Buenos Aires se transforma en vanguardia política
para llegar a la ruptura del Consenso de Washington.

Llegó la hora de atreverse a romper con el FMI y los demás órganos
del Politburo del neoliberalismo.  La idea va caminando  inclusive en
los países centrales del capitalismo.

Tan es así que el diario Le Monde del 14 de agosto  en su titular
sobre el fracaso del FMI lo llama " bombero pirómano para países en
dificultad".

Retomando el análisis  hecho por Joseph Stiglitz en su libro "La gran
desilusión" y los informes de  la CNUCED sobre la duplicación de la
pobreza en el mundo durante los últimos 20 años, Le Monde  afirma que
el  fracaso del FMI afecta no solo a América Latina sino  a todo  el
Tercer Mundo.  Anuncia asimismo que Indonesia  también  está lista
para divorciarse del FMI.

Esto significa que hay una novedad : hablar de ruptura  con el FMI ya
no es tabú ,ya  no equivale a una maldición.  Los pueblos están
curados de  espanto... ¿qué mas les puede pasar que lo que padecen los
argentinos?

Todos los pueblos del Sur del planeta miran su futuro al espejo
deldesastre neoliberal argentino. Por esta razón el Foro Social
argentino cobra una  importancia enorme que concierne no solo a los
argentinos sino a todos los pueblos del Tercer Mundo. Este Foro asume
así una responsabilidad internacional.

En este sentido las tesis publicadas por los economistas de izquierda
(grupo EDI) me parecen  especialmente relevantes y espero que sirvan
para dar la pauta a los debates del Foro .

El ultimo texto titulado "Apostando al socialismo" que plantea de
renacionalización de  las fuentes básicas de la economía argentina
encuentra eco  no solo en América Latina   (los peruanos luchando
contra la privatización de la energía eléctrica en Arequipa, los
Bolivianos contra la privatización del agua en Cochabamba, los
Ecuatorianos para proteger su petróleo..) sino en todos los países
víctimas del despojo de sus riquezas por las transnacionales .

Las propuestas del grupo de economistas  EDI coinciden con el
movimiento hacia la des-globalización" lanzado en el FSM de Porto
Alegre por el economista filipino  Walden Bello director de la
organización "Focus on the Global South".

Hemos llegado a una encrucijada : el escandaloso "consenso de
Monterrey" que exonera los países del Norte de responsabilidad por la
miseria del Sur (después de 5 siglos de explotación" y que  obliga a
los países del tercer mundo a ceder sus prerrogativas estatales en
beneficio de las compañías transnacionales,  indica la culminación
del dominio  de los países
centrales del capitalismo sobre los países de la periferia. Monterrey
confirma  la afirmación de Stiglitz hecha en una entrevista a Le Monde
en noviembre 2001:"el libre-cambio ha sido promovido por los países
del Norte e impuesto a los países del Sur, para su propio beneficio".

Además la militarización acelerada de la superpotencia imperialista es
prueba de que el mito neoliberal (promesa de bienestar y libertad
general), el mito llamado "mundialización" se está desmoronando frente
a la expansión de la miseria y de la explotación de los trabajadores.


El famoso TINA (there is not alternative) de la señora Thatcher  cayó
endesuso. Ya los pueblos creen que hay alternativas  y que el
neoliberalismo no es irreversible.

El Foro Social de Buenos Aires  llega  como contra-punto a la gran
misa de Johannesburgo. Este Foro va a demostrar que "otro mundo es
posible" a condición de iniciar el giro hacia la des-globalización ,
confirmando la anulación de la deuda por el Tribunal internacional de
Porto Alegre,  y declarando  los pueblos liberados del consenso de
Washington.

Un saludo cordial y esperanzado de

Denise Mendez, Attac-Paris



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Advertencia: Los documentos publicados no comprometen a la asociación
ATTAC salvo mención en contrario. Pueden ser la opinión de grupos
temáticos, personas u otras organizaciones. Se trata solamente de
aprovechar las experiencias y las ideas disponibles para poder
construir  juntos ese otro mundo posible, para reapropiarnos de
nuestro porvenir.

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