Doctor X on Wed, 12 Sep 2001 01:02:06 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] Crónica del NYC que ya no será...




*** Se desmiente la ofensiva norteamericana. El Departamento de Estado
estadounidense dice no tener nada que ver. Al parecer la oposición contra el 
gobierno talibán es el que está realizando una "guerra civil"
aprovechando la confusión. Hay escaramuzas y bombardeo en Kabúl.

*** En chats estadounidenses, la gente está muy enojada y crece su 
resentimiento. Extracto de un mail:
"Los mismos norteamericanos desean cobrar venganza; en un chat gringo
las personas piden acabar con el problema tomando represalias contra
las personas que tengan origen árabe(y de paso cualquier extranjero)..."

*** Una crónica -en exclusiva para éste espacio- de NYC, cuan era la gran 
manzana, lo que nunca más será ya, después de hoy.




"Mi martini, de vodka, straight up y con aceitunas... ¿a dónde lo invitas? 
¿en el
Hotel Plaza de esta ciudad? según Luis Buñuel allí se preparaban los mejores
martinis del mundo...

Nueva York... ¿qué se puede escribir de esta ciudad que no se haya escrito 
ya?
La que es considerada capital del mundo no es una metrópoli, es un estado de 
ánimo (New York State of Mind, decía Billy Joel). No hay muchas opciones: la 
gente la ama o la odia y aquellas que la aman les gusta odiarla. Nueva York 
es una adicción y es difícil dejarla. Como buena adicción uno sabe que tiene 
que abandonar el vicio o éste va acabar con uno. Lo difícil es que después 
de un rato, uno pierde la capacidad de imaginarse viviendo en otro lugar.

Sin embargo y a pesar de que Nueva York no es los Estados Unidos (thank 
God!, in who they trust) en los últimos años esta ciudad ha sufrido un 
proceso de "nuevajerseyción". Esto quiere decir que cada vez más "la ciudad 
que nunca duerme" se parece más al vecino estado de Nueva Jersey, el cual se 
encuentra tan sólo al otro lado del río Hudson y generalmente ha 
representado simbólicamente al resto de los Estados Unidos (un equivalente 
neoyorquino a fuera de México todo es Cuautitlán, aunque con connotaciones 
diferentes). A este respecto se
dice que los neoyorquinos son gente deprimida ya que la luz al final del 
túnel es, precisamente, New Jersey.

A pesar de que Wall Street está justamente aquí en Nueva York, esta ciudad 
se había mantenido hasta hace poco y en cierto sentido al margen de los 
efectos del neoliberalismo económico y la corporización de los espacios 
públicos. Esto ha cambiado y es bastante evidente: la cadena de tiendas de 
autoservicio Kmart ha abierto ya dos locales en Manhattan, prácticamente el 
único lugar en tierras norteamericanas donde no había penetrado; el antiguo 
Anarchy cafe del vibrante
barrio del East Village es ahora un McDonald's; la súper cadena de tiendas 
de libros Barnes & Nobles ha hecho quebrar a muchas librerías y la infame 
calle 42, que se caracterizaba por sus sex-shops y antros, ahora es 
propiedad casi en su totalidad del emporio Disney. La prostitución se ejerce 
hoy en día con orejas de
Mickey Mouse.

Hoy en día definitivamenta ya no es Nueva York en los ochentas. La ciudad ha 
perdido mucha de su espontaneidad, y esto se refleja en ejemplos tan 
superficiales como el hecho de que ahora en algunas áreas se multa a aquel 
peatón que cruza la calle a la mitad de la cuadra. En esto mucho ha tenido 
que ver el alcalde Rudolph Giuliani, quien con su campaña de "mejoramiento 
de la calidad de vida" se ha metido en contra, además de los peatones, con 
ciclistas, taxistas y vendedores ambulantes. Lo que es un hecho es que el 
número de crímenes está en los niveles más bajos desde 1964, pero también es 
un hecho que los casos de brutalidad policiaca han aumentado 
considerablemente. En este
sentido y sobre todo comparado al D.F., uno aprende a vivir sin paranoia, ya 
que es bastante seguro caminar a cualquier hora por la calle en cualquier 
parte de la ciudad.

Decía un buen amigo, inmigrante como prácticamente la mayoría de habitantes 
de esta urbe, que mudarse a Nueva York es como jugar al póker. Uno cuando se 
muda a esta ciudad recibe algunas cartas, pero no se conoce persona alguna 
que recién llegado tenga el póker completo: departmento, trabajo, visa, 
amor.

Departamentos... Nueva York recibe a sus nuevos inquilinos con una 
cachetada: la búsqueda de departamento. Y es que en los últimos años las 
rentas se han incrementado de una manera ridícula, los espacios 
habitacionales son ínfimos (los departamentos del INFONAVIT son enormes 
comparados a lo que uno encuentra por estos lares) y la demanda por vivienda 
es muy alta. Un estudio de dos por dos sale alrededor de $1200 dólares, un 
departamento de una recámara $1800 dólares aproximadamente y de ahí para 
arriba. Y no se trata de las zonas mas
lujosas de Manhattan como puede ser el Upper East Side y el West Village, 
incluso en zonas como Harlem o en el Lower East Side y en partes de Brooklyn 
y Queens ya las rentas están igual de caras. La búsqueda de un espacio 
habitable se convierte en sí un trabajo de tiempo completo. Mucha gente opta 
de plano por tener "roommate", para poder pagar semejante cantidad de renta.

Hoy en día con la recesión que afecta a este país ha habido muchos
recortes de personal y eso complica más el asunto, aunque claro, siempre se 
puede encontrar trabajo de mesero.

El trabajo es el mayor determinante de la vida de uno en esta ciudad. Dime 
en qué trabajas y té diré cuánto ganas y qué tipo de visa tienes. 
Básicamente el asunto se reduce a que una empresa lo patrocine a uno 
migratoriamente. O enamorarse a primera vista de la "green card" y casarse 
con un ciudadano o ciudadana de este país.

La vida de estudiante es difícil ya que con
tantas distracciones que tiene la ciudad a uno le cuesta trabajo 
concentrarse en
el trabajo académico y por otra parte que con el presupuesto de un 
estudiante es...


Clima... En la narrativa de esta ciudad, el clima se vuelve un personaje 
importante y a veces antagonista, así como el revisar continuamente el 
pronóstico del tiempo se convierte en un hábito casi compulsivo. Nueva York 
sufre una metamorfosis con cada estación del año que transforma la ciudad 
completamente. Las temperaturas son extremosas: en invierno las temperaturas
bajan hasta -15oC que con el factor viento lo hacen y en verano el 
termómetro puede llegar hasta los 40oC con una humedad sofocante.

Nueva York afortunadamente no es una ciudad para cualquiera y el precio de 
la
adicción es muy alto, aún así ya lo había escrito E.B. White: "Nadie debe 
venir
a vivir a NY a menos que tenga aspiración a tener buena suerte".


**** over...









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