ingrassia/colovini on 18 Jan 2001 16:44:08 -0000


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[nettime-lat] RE: [nettime-lat] jóvenes


¿Qué es el neoliberalismo en la Universidad?

[colectivo arde filo se quema sociales, universidad de buenos aires,
argentina]

Observar la miseria del llanto de barro y ahogar el río que hace vibrar la
tierra en una cantidad X de lágrimas que se secan en un cuadro de doble
entrada como variable consecuente de vaya a saber qué otra pena convertida
en árida categoría .
Encontrarse en algún lugar obscuro con quienes han (des)hecho el mundo
bailando alrededor del fuego en calles y campos, apagar la música y encender
las luces, terminando la fiesta en una agenda de tiempos que yacía pisoteada
en la pista de baile.

Extender certificados de defunción, informar al vivo que está muerto,
mantenerlo en el cajón a golpe de noticias en el pecho, maquillar el cadáver
pintando sonrisas sobre los gusanos, comunicar incansablemente que de aquí
en más el velorio se extiende por tiempo indeterminado, y sobre todo, cuidar
que nadie se escabulla hasta la vereda y cuente un chiste de esos con final
inesperado.

Hacer un trabajo de pericia policial monográfica ocultando en la pared
impecable de la cultura las manchas de sangre, los muertos, los hoyos que
dejaron las balaceras artísticas de la política estética, patrullar el
fortalecimiento de la pared hasta que rápidamente se vuelva edificio,
preferentemente el de una Facultad.

¿Es entonces el neoliberalismo universitario un pensamiento de derecha?

Siempre queda vestir los insultos al comprensivismo de departamento de
sociología de universidad yanqui de los ropajes fabriles del marxismo. ¿Han
encontrado últimamente detrás del concepto de lucha de clases otra cosa que
un supraíndice que refiere a alguna edición castellana del Manifiesto? ¿Han
encontrado en ella la pasión con que se mueve el pensar en cualquier lucha,
el calor popular en las calles que dilata la línea de bronce temporal, la
creatividad y el miedo de pararse al borde del nuevo abismo? ¿Han encontrado
en ella algún motor? ¿Han encontrado en el concepto de lucha de clases
alguna lucha?

Siempre queda elegir entre la micro y la macro, ficcionar un trueque amargo
entre modo de producción o la estadística microeconómica, pararse en una
escuela, o en la otra. Nos resta elegir por una catástrofe evaluadora
iluminada de Berkeley para no perecer bajo los manotazos ahogados de
ex-funcionarios de la dictadura. O gemir una cátedra progre (montada, eso
sí, sobre las encantadoras estructuras de bronce que el estatuto exige) en
pos de olvidar los maltragos de prepararse para el oficio de exponer ante
los pares. Pero nunca hablar desde abajo, recuperando las voces que cantaron
el fin de la estatalidad ¿Han visto en la biblioteca a alguien dialogando
con los muertos? ¿Han podido hablar el lenguaje de quienes (des)hicieron la
historia? ¿Han estrechado las manos con los puños de sangre que nuestros
libros ahogan?

Siempre queda autoproclamarse valientemente a la izquierda o a la derecha de
un profesor de literatura relegando toda nuestra producción a una cantidad
equis igual dos de parciales por materia cursada, disfrazarse de rizoma o
quitarse enojado la máscara para denunciar con firmes palabras la frivolidad
y el carácter volátil de ciertas teorías. Siempre queda ser materialista.
Que para el caso, es convertir en ladrillo del edificio la palabra que había
lastimado la pared, la palabra que fue tremendo cascote pintado contra ella.
¿Han alguna vez abierto un libro y cerrado un cascote? ¿Lo han levantado
para escribir caminando las calles, para pintar una ciudad nueva, unas
paredes que hablen de nosotros en su estética? ¿Han encontrado en nuestras
paredes alguna polémica? ¿Han encontrado en nuestras polémicas alguna
discusión?
Siempre queda montar el escenario del teatro trágico, aleccionar con la
tristeza, golpear bajo o alto, pero siempre golpear. ¿Han percibido algún
camino desde la imagen de la miseria del poder a la imaginación?

Siempre queda La Elección: ¿gustaría sentarse a la Derecha del Orden o a la
Izquierda del Orden?.
¿Gustaría sentarse a la derecha o a la izquierda de este enorme coro? Si no
desentona, si mantiene la armonía, si responde al ademán que indica su
turno, si respeta los tiempos, podrá hacer uso de sus cuerdas vocales. Aún
más, cantaremos todos juntos la canción más revolucionaria que se le ocurra.

El pensamiento académico (y su versión política) habla constantemente a
través de nosotros. Nos cierra la voz cuando nos abre la boca. Cuando el
impulso de la novedad integral apasiona el estómago terminamos escupiendo
unas cuantas categorías, que se cierran sobre sí mismas bajo cualquiera de
los mecanismos con que el Orden absorbe todo pensamiento: positivismo,
lógica, deconstrucción, materialismo dialéctico, empirismo lógico,
coherencia interna, relevancia teórica, desterritorialización, etc. ¿Hay
alguna palabra de nuestro archivo académico que en el contexto real en que
se enuncia no se refiera más que al profesor, al libro dentro de la mochila
o al próximo parcial?

La fuerza del Monstruo del Orden tuerce los significados propios y los
organiza en su coherencia inherte, se come todo, lo digiere y escupe una
feliz pluralidad liberal tolerante de todas las corrientes e
interpretaciones, que refuerza el totalitarismo que nos deja sin voz. Dentro
del Orden Académico (sentados a la izquierda o a la derecha)...
Hasta ahora no pudimos decir nada.

¿Qué es el neoliberalismo en la Universidad?

Imaginen una muchedumbre, digamos de entre 20.000 y 25.000 personas.
Imaginen que pasan, digamos sin exagerar, la mitad de su tiempo estudiando
distintas manifestaciones de lo social. Imaginen que esas 20.000-25.000
personas comparten un espacio físico al que acuden, digamos aproximadamente,
3 veces por semana. Imaginen que se cruzan en los pasillos, hablan en aulas,
polemizan en los bares, se lamentan noticias, intercambian puntos de vista,
analizan y escriben. Imaginen ahora, y permítanse llorar, que a pesar de
todo este trabajo no pueden decir una sola palabra.

Hasta ahora nunca hablamos.

Hemos tenido la intención, junto a muchos otros en estos pocos años, de
hablar a través del Pensamiento del Orden, de anudarlo de otro modo, de
producirle otras referencias, de despabilarlo de su adormecimiento eterno de
semana de parciales. Hemos intentado escapar de la red invencible que vive
sólo para sí misma, pero no hemos dicho demasiado, las pocas palabras
frescas se las ha engullido el Monstruo a través de nuestros propios oídos y
los de nuestros compañeros. No renunciamos al intento, pero por el momento
estamos agotados y aburridos de no poder hablar.

Hasta ahora estamos mudos.

En virtud de lo antedicho, enumeramos a continuación los puntos de esta
DECLARACIÓN DE GUERRA AL ORDEN ACADÉMICO:

1.	El neoliberalismo en la Universidad es estar mudo. La impronta es
recuperar la voz.

2.	El objetivo estratégico de esta guerra es producir la posibilidad de una
pensamiento de lo social (en todas sus manifestaciones reales) a través de
la cual hablemos los que no tenemos voz, dentro y fuera de la facultad.

3.	Dada la dificultad que presenta dar la lucha desde dentro, la táctica
consistirá en una ofensiva frontal al Orden de la Academia, bajo la forma de
recuperación y creación de otros espacios ajenos a la coherencia interna del
Monstruo, con la perspectiva de indigestarlo. Es decir, debilitarlo en su
ímpetu devorador de deseos, sacudirlo en su fortaleza espiritual de época,
desajustarlo en su impermeabilidad, hacerle fracturas que nos permitan
introducir nuestro grito.

4.	En cumplimiento del punto anterior presentamos nuestra renuncia, en tanto
miembros de AFSQS, a ser estudiantes de: Sociología, porque no seremos la
sequía de la lucha; Historia, porque no seremos los aguafiestas de la
ruptura; Cs. de la Comunicación, porque no seremos los funebreros de la
poesía política; Letras, porque no seremos la policía de estas paredes.

5.	El horizonte primero de acción son las Facultades de Filosofía y Letras y
Cs. Sociales de la UBA, a las que pertenecemos, más allá de abrir la
posibilidad a la incorporación autónoma de cualquier otro grupo a este
emprendimiento.

6.	Será considerado ENEMIGO todo aquel que se erija en defensa del Monstruo,
todo aquel que se convierta en su personificación consciente, en cualquiera
de sus diversas expresiones, a saber: su boca teoricista o sus divergentes
brazos (el izquierdo y el derecho), sus oídos comprensivos o sus
inconmovibles ojos de funcionario académico. Serán ENEMIGOS DE PRIMER GRADO
quienes militen esta personificación.

7.	Esta guerra NO es de DEFENSA de la Universidad actual, ya sea bajo la
forma de reivindicación de la Reforma del ‘18 o contra el llamado "embate
neoliberal". Esta guerra es de OFENSIVA a la Universidad actual, en la
medida en que todo lo dicho demuestra que existe YA como UNIVERSIDAD
NEOLIBERAL.

8.	Aunque nos gustaría serlo (debido a la pobreza de nuestro pensamiento
político), negamos toda posibilidad de ser acusados o festejados de
Vanguardia, ya que bajo nuestra condición de mudos no podemos adoctrinar ni
a las Masas de panadería.

9.	Anticipamos desde ya nuestro despatarrarnos de risa ante calificaciones
del estilo "marxistas posmodernos", "anarquistas new age", "foquistas
lingüísticos", "pequeña burguesía en descomposición" y cualquier otra
etiqueta del Poder a la que la mediocridad de la impotencia gusta denominar
"herramientas teóricas". Que conste en actas, así mismo, que si hacemos lo
que hacemos no es por desconocer el programa político que otras agrupaciones
tienen.

10.	Esta declaración permanecerá indeclinable hasta que ardan las gargantas
que gritan la verdadera voz.



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