ayuste on 18 Nov 2000 22:51:21 -0000 |
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[nettime-lat] Solo un poco |
Un poco de razón, solo un poco
Raúl nos previene sobre el comentario extraño. Los puntos de vista extraños, no necesariamente desinformados, al vivir contaminados por las cultura y emociones del que los vierte, suelen chirriar. Es así y tienden a producir alertas. Sin embargo, es lo bueno, que producen alertas. |
Aunque en muchos puntos podría estar de acuerdo contigo, me llama la
atención que después de una sola visita de unos días a La Habana te sientas
con tanta autoridad para expresarte como te expresa.Antes que nada, te dire que yo soy un cubano exiliado. Eso a lo mejor te
indicaría donde está mi posición ideológica. Tal vez. Nunca me he sentido
bien cuando izquierdistas, derechistas, reacionarios o salvadores del mundo
se refieren al proceso histórico de mi país, sin haberlo sentido en su
entrañas.
Tiene razón Raúl cuando nos advierte que Fidel y su gallegada,
el marrullero proceso histórico inspirado por él, terminará
cuando el pueblo mande parar. Pero no estaría nada mal que la comunidad
iberoamericana fuera algo más beligerante con tan singular personaje
y sus acólitos. Opinar sobre algo es, para bien o para mal, juzgar
con sentencias que no es obligado cumplir. Lo más cierto de todo
lo que nos cuenta Raúl son las calamidades reales del pueblo cubano.
Que las padezcan otros pueblos no redime del dolor al propio pueblo cubano.
El hipernacionalismo no suele ser buen consejero y las generaciones lastradas
por un proceso histórico tan devastador (la experiencia castrista)
desde el punto de vista de la conciencia y la formación moral tardarán
lo suyo en familiarizarse con la realidad sin los prejuicios y destrozos
producidos por tanta bellaquería revolucionaria. Todos estamos obligados
a convivir con el extraño, con aquel que no nos comprende del todo.
Esa es la cosa. Puede que lo que nos dice el extraño suene peyorativo.
No conviene hechar en saco roto, no obstante, que al extraño, también
le suelen parecer peyorativos nuestros comentarios.
La experiencia que describe Pedro López Casuso la escucho con demasiada frecuencia para presumir que no describe la realidad: una jodida realidad. Viajar a Cuba se ha convertido en un deporte popular en España: pues bien, los testimonios son masivos y de la misma naturaleza. No descuido que la vía China al capitalismo iniciada por Castro nos puede deparar múltiples y esperpénticas maniobras propagandistas (cubanos felices con teléfono movil, edificios hipermodernos con ordenadores... y la más variada infoxicación) º|º tic, tic, tic |